Abandonado por las calles de Burjassot
con tan solo 2 meses Chispa sintió alegría cuando un señor enfermo
del corazón se hizo cargo de él, aunque al pasar los meses éste tomo la decisión de que Chispa se fuese al albergue mientras
supuestamente lo apadrinaba, pero desapareció olvidándose de él.
Chispa lleva casi dos años presentando
sus mejores cualidades con cada familia que viene de visita al
albergue, intenta hipnotizarlos con cada moviendo de su colita pero
desgraciadamente tiene que ver como se marchan todos sus amigos y el
sigue esperando.
Es un perro cruce de ratonero dulce,
educado, cariñoso, fiel y muy listo. Lleva demasiado tiempo
esperando una familia, pasando inviernos extremadamente fríos y
veranos muy calurosos, pero no decae en su felicidad, siempre quiere
mimos y los sabe agradecer, le encanta gustar a las personas y se
adapta fácilmente a vivir en campo, con niños, en pisos...etc. Este
perro irradia felicidad y amor por sus ojos, solo falta que alguien
le de la oportunidad.
-EN ADOPCIÓN
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